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Mente Sana En Cuerpo Sano
Publicado el 31 ene, 2019
- Viajar. La experiencia del viaje es enriquecedora porque cuando realizas una escapada sales de tu zona de confort de manera inevitable. Y es muy saludable abandonar esta zona de comodidad para fomentar la autonomía en torno a un nuevo escenario vital que estimula tu mente y tu corazón. Durante el viaje, aumenta tu nivel de atención y concentración en torno a aquello que ocurre ahora. No solo puedes viajar en compañía sino que también puedes hacerlo en solitario. Y, además, puedes viajar de forma económica por medio del turismo de proximidad a través de excursiones a destinos cercanos.
- Encuentra tiempo para estar a solas y desconectar del entorno exterior y de las relaciones personales. Gracias a estos momentos de soledad, disfrutas todavía más de tus encuentros con los demás. Concreta una rutina en tu agenda en torno a una idea con la que disfrutes de tu propia compañía.
- Celebra los éxitos más básicos de tu vida personal o profesional. Pon en valor esos hechos a través de alguna fórmula de celebración. Por ejemplo, puedes organizar un plan de ocio que te encante.
- Refuerza el orden en tu hogar y en tu espacio de trabajo. Esta armonía exterior que observas en los espacios de los que formas parte también nutren tu propio estado de ánimo a nivel interno.
- Haz cosas que te gusten. Son tantas las obligaciones con las que convives a diario, que es fundamental que gestiones tu tiempo concediendo especial importancia a tus aficiones, por ejemplo.
- Reuniones familiares. Las nuevas tecnologías son un apoyo para potenciar la comunicación familiar, sin embargo, las tecnologías nunca deben desplazar la cercanía presencial. Cada familia establece sus propias rutinas y tradiciones. Por ejemplo, algunas deciden programar comidas de domingo o escapadas al cine durante el fin de semana. La vida familiar es un pilar fundamental en nuestro bienestar.
