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Si Tu Familia Es El Motor, Cuidala
Publicado el 31 ene, 2019
- Comer juntos es maravilloso: quizás el trabajo y el colegio impidan que compartan con tranquilidad las horas de comer; pero no dejes pasar la cena sin que se hayan sentado en la misma mesa a hablar.
- Llega a casa y olvídate del estrés: seguro tuviste un día agotador, pero regala a tus niños unos minutos y comparte con ellos. Juega y ríe a diario.
- Habla sobre el comportamiento de los niños: si uno de ellos no se portó bien, conversen sobre el tema.
- Forma parte de sus tareas: si llegaste y aún no ha terminado alguna actividad, acompáñalo.
- Hablar en pareja sobre cómo criar: cada uno tiene sus propias perspectivas, producto de su vivencia. Charlen un rato y lleguen a acuerdos sobre cómo manejar determinadas situaciones.
- Controla las peleas entre hermanos: enséñalos a que resuelvan solos sus diferencias. Hazte cargo si el problema sobrepasa los límites… Eso sí, con mucha paciencia.
- Confía en tus hijos: como papás vamos a ver peligro hasta donde no lo hay. Cuando te planteen algo, evalúa si puedes dar permiso o si no es conveniente. Esto les enseñará a reconocer lo bueno y lo malo.
- Equipos electrónicos fuera de la mesa: si van a compartir una comida, no permitas que se use dispositivos electrónicos. Enséñales con paciencia este hábito.
- Hacer ejercicios juntos es divertido: salir a caminar o montar bicicleta al aire libre permite que todos se compenetren en un ambiente diferente.
- No olvides la intimidad con tu pareja: recordar viejos tiempos con una salida romántica permitirá que ambos se relajen. Recuerda que ustedes son la base de la familia y deben estar bien.
